Regionales
Súper Rugby Américas
El mejor SRA de la historia
A un mes del inicio del Super Rugby Americas, los argentinos salieron a la cancha. Este lunes comenzaron las pretemporadas Pampas, Dogos XV y Tarucas, las tres franquicias nacionales que desde el 14 de febrero disputarán el que promete ser el más atractivo de todos los certámenes en sus jóvenes seis años de existencia, incluyendo la fallida primera edición cercenada por la pandemia. La incorporación de la franquicia tucumana le da otro talante a la competencia regional, cada vez más parecida a un Argentino de Uniones reforzado.
En total habrá 136 jugadores argentinos involucrados: 103 de las franquicias argentinas y 33 repartidos entre las cuatro extranjeras. El detalle inicial es el siguiente, que puede ir variando a lo largo de la temporada en función de lesiones y otros imponderables: el campeón Dogos XV anunció un plantel de 37 jugadores; el subcampeón Pampas inició la pretemporada con una plantilla oficial de 32 convocados; el nuevo equipo de Tarucas empleará, en principio, a 36. De los foráneos, el que más tiene es Yacaré, históricamente una sucursal argentina con refuerzos paraguayos: este año serán 21 argentinos. Lo sigue Peñarol, que se reforzó con cinco jugadores del otro lado del charco. Cobras es el que más extranjeros tiene, de los cuales cuatro son argentinos. Finalmente, Selknam apuesta fuerte al desarrollo local y cuenta con tres refuerzos trasandinos.
El nombre más rutilante que aparece es el de Gastón Revol, leyenda de Pumas 7s empecinado en prolongar su legado, ahora aportando toda su experiencia en el joven equipo de Dogos XV. Los cordobeses conservan la base del equipo campeón y seguirán siendo dirigidos por Nicolás Galatro, que impulsa un juego fundamentado en las formaciones fijas y los forwards, pero con gran capacidad de desequilibrio de sus backs. Sufrieron las bajas de Franco Molina (Exeter) y Efraín Elías (Toulouse), pero conserva a dos jugadores que estuvieron merodeando en el plantel de los Pumas el año pasado: Mateo Soler y Pedro Delgado. Será una buena chance para el medio-scrum Agustín Moyano de demostrar que tiene pasta para el seleccionado y de jóvenes como Valentín Cabral, Leonel Oviedo y Franco Rossetto de demostrar su progreso.
Pampas va por la revancha. A lo largo de la temporada pasada fue de menor a mayor y se estableció como el equipo más atractivo de ver por la dinámica que Juan Manuel Leguizamón busca imprimirle a su juego. Cuando logró el equilibrio, se convirtió en favorito, pero en la final no pudo con la mayor enjundia de los cordobeses. Al menos se sacaron la espina en el segundo clásico del año, que ahora dominan los cordobeses por 5-1. Un plantel desbordado de talento con jugadores probados en el exigente Top 14 de la URBA, entre ellos muchos nuevos. Se mantienen los Pumas Justo Piccardo, Joaquín Moro, Eliseo Morales y Santiago Pernas y se suman los promisorios Pumitas Tomás Rapetti, Juan Penoucos y Juan Pedro Bernasconi, más el ex Pumas 7s Alfonso Latorre. Calidad al servicio de Legui.
La nueva franquicia de Tarucas conserva la base de Tucumán Lawn Tennis, el mejor equipo de la argentina por una milla en 2024. Campeón del Regional del NOA, del Torneo del Interior y del mal llamado Nacional de Clubes con un impresionante récord de 20 victorias y una derrota. Sólo falta Nicolás Sánchez, el mejor jugador argentino del año, a quien no pudieron convencer. El coach Álvaro Galindo se llevó algunos que conoce de sus últimos dos años en Pumitas, como el aguerrido centro Tomás Medina, Juan Manuel Vivas y dos que estuvieron también involucrados con los Pumas como Luciano Asevedo y el mendocino ex Dogos Tomás Bartolini.
Entre los que fortalecen las franquicias extranjeras se destacan el ex Pumas 7s Fernando Luna en Cobras, los aperturas Joaquín Lamas (por segundo año consecutivo) y Valentino Dicapua (sin lugar en Dogos) en Yacaré y en Peñarol el marplatense de Hindú Bautista Farise y el medio-scrum de los Pumitas Tomás Di Biase. No son plazas de segunda línea. Recuérdese que jugadores como Franco Molina, Gonzalo García y Martín Bogado comenzaron su carrera profesional en franquicias del SRA y de allí dieron el salto a los Pumas.
La llegada de Tarucas (y la baja del frustrado intento de American Raptors) eleva el nivel del certamen y le agrega pimienta. Se esperan duelos feroces dentro de la cancha y en las tribunas cuando los equipos argentinos jueguen entre sí, como en las épocas en que jugaba el seleccionado tucumano. La identificación con el históricamente fervoroso público local será determinante. El naranja de la camiseta ayuda. Si bien hay refuerzos de Mendoza y Rosario (las dos potencias del interior que no tienen franquicia propia), la base es local. En Dogos XV, la fórmula resultó exitosa. Si se puede replicar algo similar, el valor del certamen se potenciará. El duelo de estilos también contribuye a crear un producto más atractivo, en la medida, claro, que no planteen un juego unidimensional.
Uruguay y Chile continúan su proceso de reconstrucción de cara al Mundial 2027. Peñarol recuperó algunos jugadores del seleccionado de primera línea, como el apertura Felipe Etcheverry. Para brasileños y, especialmente, paraguayos, el camino parece ser más largo.
Queda para otra oportunidad el debate de cómo tamaña cantidad de jugadores involucrados afectan a los clubes, que en definitiva son los verdaderos formadores de talentos y la fuente de riqueza de todo el rugby argentino. La concurrencia temporal este año con el Torneo del Interior tampoco ayuda. No es el Argentino de Uniones, pero cada vez se le parece más. Por lo pronto, queda disfrutar de Dogos, Pampas y Tarucas.
Fuente: Alejo Miranda - A Pleno Rugby