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El triunfo Lawn Tennis y de todo el rugby de Tucumán
Es válido, en su valor absoluto, mencionar que el título de campeón del Torneo Nacional de Clubes obtenido recientemente por Tucumán Lawn Tennis Club, tiene un significado de alta importancia para el club del Parque 9 de Julio, pero así también para todos los clubes de la provincia.
Dicho valor es doble por el esfuerzo que hacen los clubes en puja, por jugar un torneo duro, largo y que es una continuación de la ardua competencia local.
Con más viajes en el lomo, desigualdad en las condiciones de desgaste por tener más partidos disputados por uniones muy competitivas como las de Córdoba, Rosario y Mendoza, se eleva el valor que tiene llegar a una final y ganarla, si trazamos un paralelismo comparativo con clubes de la URBA, que con solo campeonar, se hacen inmediatamente acreedores de jugar la gran final.
En esa desigualdad de condiciones, la valoración que tiene el nuevo lauro de los “Benjamines”, hace que el festejo sea tomado con mayor importancia a la hora de levantar la tan ansiada copa, más allá de la condición de local, que ayer les era negada.
Con un movimiento popular que sigue demostrando la pasión por el rugby por parte de los tucumanos, la vidriera nacional tiene nuevamente a Tucumán en un sitial de privilegio, si de sacrificios ganados en la cancha se habla. Dichos sacrificios pasan por lograr un equilibrio entre llegar y mantener el nivel obtenido, rompiendo patrones de antaño y separando privilegios negados e inmerecidos.
Más allá de la llegada de Nicolás Sánchez al rugby de sus orígenes y de lo que significa dentro del termómetro de contagio, hay en Lawn Tennis una clara muestra de un camino señero marcado por la labor de todos sus integrantes. Ahí nace la columna vertebral que mantiene en pie una idea de club, una identidad, un juego y por sobre todo, de sentido de pertenecía, del club que conduce el presidente Jorge Chehin, como para la Unión de Rugby de Tucumán presidida por Santiago Taboada, si tenemos que mencionar a la entidad madre.
Dentro del resultado final, hay una labor grupal digna de destacar si de planeamientos se trata. La representación puramente amateur, la pertenencia más allá de los jugadores en cancha, donde la familia es el bastión principal y desde donde nace el hogar rugbistico; como también del manual donde se afirman las bases de una entidad que busca ser protagonista más allá de los logros, estando siempre el club por sobre sus integrantes.
Por eso, el logro de Tucumán Lawn Tennis Club es más que una copa más para sus vitrinas, es un logro de todo el rugby tucumano en toda su extensión. Es una muestra cabal de por dónde seguir y cómo. Para todos los que hacen del rugby en el “Jardín de la República”, una gran familia.
Foto: Prensa UAR