Regionales
Lawn Tennis Campeón
Apuntes de una jornada inolvidable
Una marea humana
Desde antes del mediodía y en un gesto de fanatismo absoluto, cientos de hinchas tucumanos se dieron cita en el club hípico para comenzar la previa de la gran final. “Nos coparon el club” – afirmó un mozo que no paraba de servirles bebidas y comidas a los recién llegados, que disfrutaron también del triunfo de Los Pumas ante Italia.
Una fiesta con todo lo necesario
A la previa del partido y en el festejo final, no le faltó nada. Hubo abundantes lugares para compartir y disfrutar, carpas bien montadas, baños químicos y una pantalla gigante con DJ en vivo. Un living amplio y camaradería a cada instante.
Para imitar y mantener
Tanto al final del partido, como en el tercer tiempo, el festejo del campeón fue igual de respetuoso que el gesto del rival vencido. Hubo aplausos, abrazos de felicitaciones y de consuelos entre jugadores e hinchas. Algo digno de destacar y que enaltece el espíritu amateur y fomenta el respeto.
Dos banderas de amor y respeto
La hinchada del “Tennis” desplegó dos banderas que profesan el amor por Nicolás Sánchez. Una le ofrece amor eterno y la otra que se lo respete. Una muestra que también es patrimonio de todo el rugby tucumano.
Dos glorias estuvieron presentes
Entre los históricos y destacados de ambos equipos, José María “Pepe” Luna por el Jockey Club y Pedro “Perico” Merlo, por el Tucumán Lawn Tennis, se dieron cita en una final para alquilar balcones. Los dos fueron estandartes en las décadas de 80 y 90 y altísimos representante de sus respectivos clubes a nivel nacional.
Anteojos, trencito y copa de mano en mano
Al finalizar el partido y luego de la premiación, los jugadores campeones coparon la terraza del club local, se mezclaron con sus familias y con los hinchas locales, y en festejo bailado con trencito, gafas y copa repleta de bebida para compartir, no dejaron de festejar ante el aplauso general.
“Napo” se llegó desde Baires
Como si fuera una peregrinación y una regresión a sus tiempos de jugador, Napoleón Castellote dijo presente en Córdoba. El “Chef del Amor” que se destaca en la pantalla televisiva porteña, no olvidó sus raíces tucumanas y el club de sus amores. Dejando sus ocupaciones culinarias, se mezcló entre los jugadores y amigos que la distancia no le permite ver seguido. “Siempre es un placer ver a mi querido club” -afirmó el ex pilar.
La recepción y el desvelo compartido
En todo momento Jockey Club tuvo una labor destacada en la logística de recepción a sus pares tucumanos. Tanto en lo dirigencial, como en lo deportivo, la camaradería, predisposición y atención, estuvo a la altura de las circunstancias. Desvelados y abrazados a las anécdotas que unen a los dos clubes, se vieron muestras de afectos que ratifican el excelente vínculo entre los dos clubes.