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Lawn Tennis Campeón
Nicolás Sánchez: El jugador del pueblo
¿Qué es lo que más te emociona en este instante?
Recordar lo que pasó hace un rato cuando salí a la cancha con mi equipo y vi la cantidad de gente que vino de Tucumán a vernos. Eso fue muy emocionante. Ver amigos, familiares y gente que quiero un montón, me hace muy feliz.
Viviste momentos importantes dentro del rugby, pero este instante, ¿es muy especial?
Lo es y me pone la piel de gallina. Desde que me volví a poner la camiseta de ni club no sabía que iba a vivir algo tan fuerte y tan profundo. Estoy disfrutando mucho este momento.
Vamos al partido ¿Qué análisis haces de la final?
Hicimos lo que nos propusimos realizar en todo el año. Manejamos la pelota, propusimos más y nos erramos varios tries, les quebramos la defensa y sabíamos que más allá de no poder marcar más puntos, el momento de demostrar que éramos superiores iba a llegar. Estoy muy contento de cómo reaccionó el equipo.
Una marea de gente se acercó a saludarte al final del partido ¿Qué te causa tanto afecto?
Recordar cuando yo estaba de lado de ellos buscando los saludos de los referentes de mi club, del seleccionado tucumano, que buscaba de niño cuando terminaban los partidos, y de Los Pumas cada vez que tenía la posibilidad de verlos.
La dedicatoria y la recordación especial
Mucha gente que no está físicamente como la “Villa” René y el “Negro” Tejerizo, ¿están espiritualmente en este momento?
Todas las personas queridas que no están físicamente, están con nosotros en este momento. Están en nuestros pensamientos, en la tribuna, en cada espacio de nuestros recuerdos. En lo personal tengo una persona que ya no está, que es mi hermana, que me acompaña desde el pensamiento cada vez que juego. Para ella va siempre todo lo que hago.
¿Qué significa que tu familia esté acá y en especial tu esposa e hijos?
Un momento de completa felicidad, por el apoyo que me brindan. El miércoles pasado, le dije a mi hijo que me venía a Córdoba y que nos veríamos aquí para levantar la copa de campeones. Hoy me dijo que tenía razón. Para mí familia va este triunfo.
La charla culmina y la noche sigue encendida de lucecitas que se pierden cuando nos alejamos del jugador que mañana será leyenda. De el se contarán miles de anécdotas, donde su humildad será una constante a la hora de los relatos.
Es “Nico” Sánchez, que se pierde en el festejo medido de un tercer tiempo donde se siente uno más. Sin divismos, con un enorme respeto por sus pares y con la misma humanidad y predisposición que tuvo cuando, de adolescente, ya nos daba entrevistas, y comenzaba a escribir su historia incomparable. La de ser para siempre el jugador del pueblo, porque el pueblo así lo quiso.