Regionales
Lawn Tennis Campeón
Testigos de un sueño cumplido
Algunos jugadores suben a sus habitaciones, otros dialogan en el lobby y la mayoría camina por las veredas ruidosas, entre gente apurada, automovilistas impacientes y tonadas inconfundibles de un cordobés, que como dice la canción, no le hace falta documento para identificarse, porque su tonada delatada su identidad.
Los dos cafés expreso están servidos, la mesa mira a la calle y el diálogo de quien suscribe, busca la mirada del joven Doctor Francisco Vogliotti, para que la charla se encienda en la espera de un encuentro no pactado con Nicolás Sánchez, o con quien decidimos apodar “El jugador del pueblo”.
Pandemia, rugby y admiración
“Tengo admiración por Nicolás Sánchez. Su juego y su cabeza son un todo, lo hacen un jugador completo. Lo pude admirar por televisión y nunca pude verlo en persona” – afirma Vogliotti, de pasado rugbistico en el Club Social de La Carlota, es nuestro invitado, porque un breve descanso se lo permite, relax que más tarde se cortará, cuando vuelva a ponerse su delantal y revisar pacientes en el Hospital Italiano donde pasó la pandemia viendo rugby de reojo desde el celular en tiempos de descanso y disfrutando de juego de Nicolás.
La espera y el café
El doctorado intuye que en cualquier momento el legendario jugador formado en Tucumán Lawn Tennis puede hacer girar para adentro la puerta de vidrio que separa los 31 grados de afuera, del éxtasis del ambiente que genera un aire acondicionado que a ese momento es más que una bendición.
La charla de café sigue y se le suma un comensal. Es Orlando Ferreyra experimentado manager, utilero, consejero espiritual, y todo el que lo conocen le quiera agregar. “Orly”, quien entrenó y “soportó” al “Cachorro” en sus inicios, nos cuenta sus creencias propias, su base espiritual, nos habla de las reacciones emotivas de los jugadores, en una charla, tan jugosa, que merece más adelante una entrevista aparte.
El diálogo va saltando de temas y el rugby llega como previa de la gran final de un sábado que luego será glorioso para los “Benjamines”, hasta que por fin la puerta de vidrio se abre hacia afuera y aparece Nicolás Sánchez. La reacción es automática, nos paramos y el saludo del mítico apertura de Los Pumas, es el mismo que tuvo cuando, nos tocó entrevistarlo la primera vez cuando una pre- selección de Los Pumitas lo iba perfilando como un jugador de excelencia.
En ese saludo hay humildad, predisposición, una firma al sagrado y respetado lienzo naranja donde se borda el escudo de la Unión de Rugby de Tucumán, pero también está la boca abierta de Vogliotti, que nunca lo vió personalmente. Su admiración es respetuosa, como total. El momento es sublime. El instante, inolvidable.
“Nico” viene de caminar las calles cordobesas con parte del equipo, fue en busca de probar diversos cafés en bares donde fue degustando granos que lo harán mejorar su negocio gastronómico en Tucumán. La charla es breve y las fotos llegan. “Gracias, un gusto conocerte” – le dije el cordobés al tucumano, que agradece tímidamente con una sonrisa.
Sábado de gloria
Vogliotti luego sacará su entrada un día después, observará como Lawn Tennis sale campeón y como Sánchez firma cientos de autógrafos, le sacan incontables fotos y atiende cada pedido de sus fans con un respeto y una paciencia imposibles de describir. Divisará como “Cachorro” se hunde y emerge ante un remanso de niños, jóvenes, abuelos, tutores, hijos y entenados, que lo adoran como si hiciera milagros, luego de coronarse como campeón del Torneo Interior.
“Es menester confesar que pocas veces vimos tamaña muestras de afectos a un jugador de rugby. No que equivoqué cuando imaginaba que Sánchez era empatía pura con la gente. Hoy pude comprobarlo cuando atendió luego del partido cada pedido de fotos y cada firma de camisetas” – agrega Vogliotti, que se deja la cancha como no queriendo irse y luego pondría la repetición del partidos, para ver dónde estuvo, que fue testigo de un momento histórico, y que su sueño está cumplido.