Lunes 16 de Septiembre de 2024

06/08/2024

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Julio Williams, un Grande que supo cosechar Amigos

El ex jugador de Tucumán Rugby y de los Naranjas falleció a los 64 años
Tomás Gray
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La noticia golpeó duro en la familia del rugby. Se fue en forma inesperada un jugador rico en trayectoria, pero fundamentalmente rico en Amigos, porque hacia un culto de la Amistad, haciendo honor al lema de su club de toda la vida. 

Julio Williams, o Cascote, o Huevo, o Julito, como prefiera, nos dejó este sábado 3 de agosto, a los 64 años (había nacido el 18 de febrero de 1960). Su corazón dijo basta  y partió a reunirse con sus afectos que se habían adelantado. Hace un año había tenido un aviso, un susto, pero esta vez su corazón se paró del todo, para la congoja de su familia y de los tantos amigos que cosechó en el rugby a lo largo de más de 50 años, como de los otros ámbitos que le tocó frecuentar, en otros deportes como el golf, o con sus actividades empresariales o políticas. Porque fue un cultor de la Amistad. 

Con la ovalada se familiarizó desde muy chico en su club Tucumán Rugby, donde rápidamente se fue haciendo notar por su juego y fue creciendo en las distintas categorías hasta llegar a la Primera con apenas 18 años. Fue campeón del Anual con su club en las temporadas 1988, 1989 y 1990.

También fue jugador el San Isidro Club, mientras vivió en Buenos Aires.  

Integró el Seleccionado Juvenil M19 de la URT en 1977 y 1978; el Junior Sub 21 en los años 1979, 1980 y 1981. Y el Seleccionado Mayor de la URT (los Naranjas) desde 1980 hasta 1988. Fue campeón Argentino en 1985 y 1987.

También integró el Seleccionado de Provincias Argentinas en 1986.

Jugó en el rugby italiano entre 1991 y 1992, en los clubes Perugia Rugby (en la temporada fue el goleador del equipo) y Zagara Catania.

Desde 1995 hasta estos días fue integrante como jugador de l equipo de Old Virgins.

También vistió las camisetas de Lawn Tennis en una gira en la que participó como invitado, y la de Tanja, un equipo formado por jugadores de distintos clubes, además de otras que vistió en forma circunstancial. Por eso se entiende que Julio tenga amigos en todos los clubes de Tucumán y de otras provincias.

También se dio el gusto de jugar junto a sus hermanos Federico y Marcelo, y ya de grande hasta con Ezequiel, el menor, al que le lleva 20 años. Con Federico también fue compañero en el Seleccionado Naranja a fines de los 80.

Y así Julio pudo darse el gusto de jugar en Tucumán Rugby junto a sus tres hermanos varones: Marcelo, Federico y Ezequiel. “Yo largué después del Regional 94, pero quería jugar con el menor, al que le llevo 20 años. Así que cuando Ezequiel subió a Primera, en 2002, volví con más de 40 años. Me entrené, jugué en intermedia y logré jugar un partido en Primera con él”, recordó Julio sobre esos momentos.

Actualmente integraba el grupo de Históricos Naranjas con el que compartía junto a otros grandes jugadores que forjaron la historia del rugby tucumano. Con muchos de ellos realizó hace unos días un viaje a Mendoza, a donde viajaron para ver a Los Pumas con Francia.

Como dirigente fue Consejero de la Unión de Rugby de Tucumán por varias temporadas desde 2005.

“Tengo amigos en todos lados. Siempre digo que el rugby es un medio y no un fin. Es un medio para hacer amigos en todos los clubes. Hace 25 años que volví de Italia y no hay semana que no reciba un llamado de algún amigo de allá. A muchos les enseñé a tomar fernet con coca”, comentaba en una nota que le hizo hace unos años La Gaceta.

Entre sus anécdotas que se recuerdan como jugador hubo dos hechos inolvidables. En 1981, en un partido entre Tucumán y Los Pumas, le anotó un try al seleccionado argentino cuando apenas se habían jugado 38 segundos, tras la salida de mitad de cancha y un kick de Ricardo Sauze.

El otro, la victoria de los Naranjas sobre Mendoza en la última jugada del partido, con un drop que se había animado a efectuar. “Faltaba un minuto y perdíamos por dos puntos. El fullback de ellos patea desde su ingoal intentando sacarla al line, pero la deja adentro y ahí la agarro yo, que estaba ubicado de wing abierto. A pesar de que estaba esquinado, sobre las 10 yardas, lo único que se me ocurrió fue tirar un drop. Me perfilé y saqué el bombazo, pero salió como si fuera un globo pinchado. El ‘Gallo’ Cabrera grita Noooooo, pero cuando ve que la pelota entra con lo justo, empieza a gritar Síííííí, y se termina el partido. Ganamos con mi drop y me llevaron en andas”. Así lo recordaba Julio en una nota.

Julio fue un gran deportista. Además del rugby también pudo caminar distintas canchas del golf, deporte que también supo disfrutar, del juego y de los amigos cosechados.

Julio Williams fue noble en el rugby, pero también en cada actividad en la que le tocó actuar. También muy familiero, y que supo disfrutar de cada juntada con sus padres y con sus hermanos Marcelo, Federico, Ezequiel y Constanza, como también junto a su esposa Mariela y sus hijos Facundo y Valentina, con quien les gustaba compartir.

Julio entró en la Galería de los Grandes de nuestro rugby. Fue un gran jugador, pero, por sobre todo, un Gran Amigo. Y así será recordado. Con esa alegría y el humor que lo caracterizaba, y ese sentido de la Amistad que supo sembrar y cosechar en los distintos ámbitos. Volá alto querido Julio.

 

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